Sabemos que es imprescindible para la vida, pero también que tiene la culpa de muchos desequilibrios nutricionales y que es la cruz para muchas personas obesas. Sin azúcar no podríamos vivir. El cerebro se alimenta necesariamente de él para realizar sus funciones, y sin ese alimento no sobreviviríamos. ¿Recuerdas que se le ofrece, habitualmente, a una persona que acaba de desmayarse o marearse? Un vaso de agua con azúcar diluído. Pero, ¿qué es en realidad, el azúcar?

 Es un ingrediente que se compone fundamentalmente de fructosa y glucosa, y de esa unión se desencadenan biomoléculas que realizan importantes rutinas metabólicas en nuestro organismo. Por lo tanto el azúcar es, a su vez, una fuente de vida y de energía Lógicamente es preferible el consumir azúcar negro antes que blanco, porqué este segundo está más refinado a través de procesos industriales, llamados "de centrifugación", y gran parte del aporte mineral que contiene el azúcar negro, al blanquearlo se pierde tras este proceso de transformación. Por lo tanto se puede afirmar que, de hecho, el azúcar blanco, contiene "calorías vacías". Lo que también es cierto es que a menudo se confunde el azúcar moreno con la melaza. La melaza es la pulpa que recubre el cristal o granito minúsculo de azúcar que podemos hallar en la misma caña o remolacha. Realmente es en dicha melaza donde está el "secreto" nurticional del azúcar moreno o negro. El azúcar blanco o sulfatado es, en realidad, sacarosa. 

Es un azúcar que se ha cristalizado un par de veces para lograr su máxima pureza y, como antes te contábamos, en dicho proceso se han quedado "por el camino" importantes vitaminas y minerales. Evidentemente el azúcar nos proporciona energía de un modo rápido, de ahí a que tengamos tendencia a consumirla en medio de un maratón, por ejemplo; es un compuesto que en cuestión de instantes llega al hígado y de ahí a la sangre. También es cierto es que hay personas a las que consumir azúcar en pleno esfuerzo les es más perjudicial que beneficioso, ya que altera bruscamente y en muy poco tiempo su estado de insulina. Lógicamente aquellas personas que padecen diabetes tienen absolutamente prohibido el consumo de azúcar, y deberán sustituirlo por otros edulcorantes como la sacarina o el aspartamo, normalmente casi tan calóricos como el azúcar, pero que "penetran" en sangre más despacio y no alteran tan bruscamente el nivel de insulina de su organismo. En definitiva, te recomendamos el uso habitual de azúcar a diario, siempre y cuando no tengas alguna prescrpición médica que lo desaconseje, y siempre que lo hagas en cantidades razonables y moderadas.

 Ten en cuenta que el azúcar supone una fuente de hidratos de carbono rápida para nuestro organismo, de ahí que la mayoría de "geles" y bebidas isotónicas contengan el controvertido pero, a su vez, rico alimento. Además grácias al azúcar tus comidas sabrán mejor, más dulces. Por ello, y si realizas deporte a diario, te recomendamos abiertamente que pongas una cucharadita de azúcar en tu vida de vez en cuando, pero eso sí, preferiblemente que sea de azúcar negro o miel. ¡Es parte de tu combustible!