Cualquier practicante de fitness con un síntoma claro de fatiga debería hacerse un chequeo medico con una analítica completa, para poder averiguar sus posibles causas. En muchas ocasiones, al ver los resultados se puede detectar una anemia ferropenica en los deportistas, sobre todo las corredoras féminas son mas propensas, y más aún si adoptan una alimentación vegetariana. Sus elecciones alimenticias pueden acelerar, o por el contrario frenar, un déficit en hierro.
Sin embargo, la alimentación jamás lo corrige totalmente, por lo que es necesário una suplementación. También debe asegurarse de que se cuenta con una buena densidad nutricional en hierro, eligiendo a tal fin unos alimentos dotados de un buen contenido respecto a este elemento pero poco calóricos.
Cabe por tanto aconsejar la ingestión de: • Hígado: Una vez por semana. • Mariscos: De una a dos veces por semana. Se puede intensificar su acción asociándoles algas, fuente de hierro de gran valor. • Zumo de limón y perejil en cada comida. • Carne roja o pescado: Un día de cada dos por lo menos. • Soja o derivados: De una a tres veces por semana cuando no exista problema alguno respecto al peso. • Fructosa: Si es posible en sustitución del azúcar en los preparados complejos. • Alimentos enriquecidos con hierro: cereales, cacao, si esto es posible. • Espinacas, acederas y acelgas: No deben consumirse al mismo tiempo que un alimento rico en hierro. • Té: Evitar beber más de 20 ml durante las comidas. • Productos lácteos: Reducir las proporciones cuando ingiramos un alimento rico en hierro, lo cual supone elegir un yogur, menos rico en calcio que el queso o bien requesón, u omitirlos en esta comida y aumentar las proporciones de productos lácteos en la comida siguiente. • Huevos: Evitarlos, por la mañana si es posible, ya que su presencia con la del té, puede dividir por 6 la proporción de hierro retenida. • Café: Evitarlo al mediodía.
Es un hecho cierto que el hierro aportado por la carne se asimila con igual facilidad que el proporcionado por los preparados farmacéuticos administrados a las personas que sufren carencias pero, tal como hemos tenido ocasión de ver en el capítulo dedicado a los prótidos, hay otros elementos que entran en la composición de las carnes animales y su ingestión excesiva puede venir acompañada de inconvenientes: • Una sangre más ácida, lo cual actúa en sentido negativo tanto en el caso de esfuerzos intensos y además dificulta la recuperación. • Una ingestión excesiva de grasas de origen animal. • En compensación da lugar a un menor consumo de productos lácteos, de pescado o de mariscos, lo que se traducirá en unos niveles diferentes por lo que a presencia de minerales respecta. Sin embargo y aparentemente el consumo elevado de carnes animales, no afecta a los adeptos a los deportes de resistencia e incluso aunque no es recomendable, puede ser una ayuda temporal en el entrenamiento fitness.