El ciclismo bajo el agua es una de las modalides que mas nos atraen en verano.
Nació en Italia hace cuatro años acaba de llegar a nuestro paÃs y en la actualidad tan sólo cuatro o cinco clubes deportivos lo han incluido entre sus opciones. Las instalaciones necesitan disponer de una piscina de entre 1,20 y 1,50 metros de profundidad y la persona que lo va a practicar necesitará un bañador o malla y escarpines (zapatillas de agua).
Cada sesión dura entre 45 y 60 minutos. Hay un calentamiento de 10 minutos. El trabajo siempre se realiza dentro del agua al ritmo de la música, y además de ejercitar las piernas se trabaja el tren superior, incluidos los abdominales
Al realizarse bajo el agua, el trabajo muscular es menos agresivo y las posibilidades de lesiones son mÃnimas a esto hay que añadirle que no es lo mismo estar en una sala cerrada con calor que poder pedalear en el agua, donde siempre te puedes refrescar.
La quema de calorÃas entre 600 y 800, la técnica de pedaleo y la potencia están más controladas, con lo que el trabajo es más efectivo y seguro, bajo el agua se realiza una recuperación activa de las piernas.
Las bicicletas que se emplean están hechas de una aleación especial de aluminio que les permiten estar bajo el agua sin que se oxiden, y no llevan ningún engranaje de cadenas. No tienen rueda de inercia como ocurre en el ciclismo indoor, el agua es la que te marca la cadencia del pedaleo.
En cuanto a la resistencia, viene marcada por unas poleas que se pueden regular fácilmente. Por lo demás, las alturas, los reglajes y los pedales son como los del ciclismo indoor. Estas bicicletas pesan muy poco y se pueden meter y sacar del agua fácilmente.
Se espera que en los próximos años se consolide como uno de los entrenamientos más solicitados.